I.-Candado de Barro (1983)
Y yo que creí haberte olvidado
¡qué equivocado!
Tiempo y distancia sólo fueron candado de barro
con el que quise cerrar
de todas las puertas de mi casa
la de tu recuerdo,
la de las noches en vela,
la de la música triste,
la que tu sombra grabó
aquel día que te fuiste.
Pero hace poco te ví,
un saludo, un beso en la mejilla, unas palabras
y aquel triste candado voló en pedazos
y se abrió la puerta
y entró la luz por ella
inundando los cuartos de mi casa
el de las noches en vela
el de la música triste,
me dolieron las esquinas empolvadas,
las páginas rotas, las fotos descoloridas,
las flores marchitas, el vaso vacío.
Ahora inunda el cuarto de nuestras confidencias
y de nuestra amistad,
y el de nuestras aventuras
¡No!
¡No entres en ese cuarto!
¡No...por favor!
Era inevitable
tu luz inunda aquel
el de los ruegos sin respuesta
el de mi amor rechazado
el de tu aroma imposible
el de piel inaccesible
el de tu pelo y tu risa
que nunca tuve en mis manos
éste es el cuarto que más me duele.
Han pasado varios días
y las ventanas empiezan a abrirse
y tu luz comienza a irse
se va, se va, se va.
Y aquí en la oscuridad de mi casa,
tirado en el suelo
recojo los restos del barro
y con mi llanto moldearé un candado nuevo
para cerrar la puerta de tu recuerdo
hasta que te vea
otra vez.
II.-No quiero (28-10-84)
I
No quiero tener un hijo
que llore aterrado
por el ruido de las bombas
ni que conozca la guerra
en sus horribles formas
ni que sepa de masacres
de torturas o invasiones
de la muerte de sus padres
ni que deje de comer
para que hayan municiones.
II
No quiero tener un hijo
que sufra por su raza
su credo o sus ideas
ni que tenga que morir
por defenderlos
ni que tenga que exiliarse
por sostenerlas
o que esconderse
como si fuera un crimen
ser pensante.
III
No quiero tener un hijo
que caiga en la trampa
del sucio dinero
en una sociedad
donde siempre es lo primero
ni que doble la cabeza
por obtenerlo
ni que robe
ni que mate
por poseerlo.
IV
No quiero tener un hijo
que crezca con odio
por causa de injusticias
pues luego él cometerá
las mismas
ni que desee venganzas
que amarguen su existencia
y que sólo engendrarán
en su mente y alma
la violencia.
V
No quiero tener un hijo
que nazca en un mundo dividido
entre el que tiene y el que no
el que sabe y el que ignora
el que ama y el que odia
entre izquierdas y derechas
entre ateos y creyentes
entre libres y serviles
y que por escoger
viva infeliz.
VI
Quizás suene a pesimismo
quizá sea una protesta
contra todo y contra todos
y quizás algún día
me arrepienta...
pues tal vez en otro lugar
tal vez en otro tiempo
deje estas líneas en el olvido
pero mientras todo siga igual
¡no quiero tener un hijo!
III.-Estarás (8-1-85)
Estarás conmigo
cuando llegue el tiempo de florecer
o me sorprenderá el invierno
aún con las hojas verdes
que se resistieron a morir
en el otoño.
Estarás conmigo
para compartir la riqueza de mi espíritu
de mi cuerpo, de mi alma, de mi mente
o abandonaré el ser
y como en un desierto
se secará.
Estarás conmigo
para llegar juntos al final
o el tiempo me pasará como el aire
sin tomarlo, sin respirarlo siquiera
y sin sentirlo
me cesará.
¿Estarás?
IV.-¿No ves? (6-3-86)
¿No ves
que vendí mi traje gris
para comprarme esta piel
que me sirviera de abrigo
al llegar tiempos de frío?
¿No ves
que mi casa la he pintado
color aurora y ocaso
por si quisieras volar
cuando te asieran mis brazos?
¿No ves
que dejo la puerta abierta
por si quisieras entrar
que en tu honor hay una fiesta
suave lecho y un buen pan?
¿No ves
que he aprendido a decir
palabras que ayer no sabía
y que he aprendido a sentir
lo que en mí, muerto creía?
¿No ves
que a mi vida la ilusión regresa
cuando bebo de tu imagen
cuando mi alma te besa?
¿O es que no quieres ver?
V.-Ojalá (12-7-86)
Ojalà fueras...
El estanque plácido
al final de los caminos
para humedecer mis labios secos
o la cumbre serena
y desde allá poder ver
el crepúsculo de los siglos
O la llanura infinita
donde poder recostarme
con la hierba acariciándome
o la mar amenazante
donde encontrar el reto
de la vida y de la muerte
O el desierto calcinado
y ser yo el sol ardiente
y abrasarte eternamente
o la fuerza de los vientos
y estrellarte con mi roca
componiendo mil lamentos
O la música imposible
y llenarme los sentidos
y arrancarme las nostalgias
o la fruta de los tiempos
que se sacía y desespera
porque es breve y es ajena
O la tierra tras el beso
de mi lluvia generosa
que es fragante florecer
o la luna que no alcanzo
más que en sueños y que entonces
me seduce con su luz
O el fuego que me atrae
me repele y me encandila
y me quema con locura
o el dolor que no comprendo
que me ciega hasta el delirio
pero que amo en exceso...
Ojalá fueras,
todo eso
VI.-Sueño (23-2-87)
Voy a buscarme un amor
cuando despunte la aurora,
cuando el tibio sol se pose
sobre mi frente cansada
de esperar en la tiniebla
el amor que yo buscaba.
Voy a correr por la calle
a la plena luz del día,
escudriñando ventanas
por ver si encuentro la cara
que en la noche hallar soñaba
en mil calles que corrí.
Voy a buscarme un lugar
que sea cálido y quieto,
donde poder compartir
esto que llevo aquí dentro,
donde la noche sea breve,
donde el dolor se conforte,
y que tenga una ventana
y figuras de cristal,
no como tantos lugares
fríos, sucios y vacíos
que en oscuras recorría
por ir buscando un lugar.
Quisiera vivir de día
lo que hoy sueño en mi sueño,
amor, cara y un lugar
que son lo que tanto anhelo...
mas de pronto me doy cuenta
que a la luz mostrar no puedo
este tesoro tan caro,
tan prohibido, fuerte y ciego
y que la noche y su velo
son la fuerza con que cuento
para continuar buscando,
y así, continuar viviendo.
VII.-Alas (19-3-87)
Qué bueno tu cuerpo
porque sabe a miel y a sal
terciopelo cuando lo acaricio
brillante corona cuando me cobija
y porque en la noche fría
es lecho y manto a la vez.
Qué bueno tu cuerpo
porque es mi isla en el mar,
puerto, muelle, playa,
dolor en el adiós, nostalgia en la distancia
pero que en la soledad brilla en mi mente
como promesa de tu regreso.
Qué bueno tu cuerpo
porque es tibio y suave anochecer
gentil roce de tus dedos
boca húmeda, sutil aroma indescriptible
largas horas de serena entrega
ternura que no conoce final.
Qué bueno tu cuerpo
porque es fuerza y fragilidad
amada geografía de valles y cascadas
que mis manos ansiosas recorren de memoria
roca, arbusto, mar, trigal
y ventana abierta a la eternidad.
Qué bueno tu cuerpo
porque es un par de alas hacia el sol
que rompen las paredes de mi casa
que huyen de la locura del mundo
hacia su propio cielo de locura
explosión de mil tonalidades.
Qué bueno tu cuerpo
porque es puñal que no me hiere
lazos que no me aprisionan
tesoro que poseo sin ser mío
pues es viento fugaz y peregrino
pisada en la arena, flor de un día.
Qué bueno tu cuerpo
porque es inédito poema
sinfonía cambiante y hechicera
dulce obsesión, danza hipnótica y vital
agua, tierra, pan, hoguera
umbroso camino a la felicidad.
Qué bueno tu cuerpo
porque envuelvo tu alma
amante, infantil y atrevida
que al asomarse a tus ojos melancólicos y fijos
me habla sin palabras
y sin hablar siquiera le contesto "soy tuyo".
VIII.-Ave migratoria (14-4-87)
Encontrarte
fue una burla del destino
un siete en los dados
sin buscarte, casi sin querer
y de pronto allí estabas
trébol de cuatro hojas.
Conocerte
fue explorar un mundo nuevo
misterioso y sensual
dejando mi barca a la deriva
en tu agitado mar
embriagado por tu canto.
Comprenderte
fue querer entender tu acertijo
traducir tu lengua extraña
y hacer míos tus secretos
y cada uno de tus sueños
íntima revelación.
Retenerte
fue intentar atar el viento a mi ventana
encerrar el sol en mi alcoba
fue tratar de ser un niño
en tu paso por mi vida
ave migratoria.
Recordarte
fue dibujar tu rostro en mis pupilas
inseguras de creer reconocerte
entre multitudes anónimas
ahuyentando a medias la tristeza
de no verte más.
Extrañarte
fue imaginar tu cuerpo a oscuras
como un espejismo en el desierto
y comprender que a mi vida sólo fuiste
breve lluvia, brisa de la tarde
y dolor en cada adiós.
IX.-Solo (9-7-87)
Hace poco
alguien lloró por tí...
Ha pasado tanto ya
de tu partida
que me asombré,olvidaba
que desde ese día
el llanto no ha cesado
en mi alma
gritando en silencio
tu nombre
estrellándose contra muros
negros de ausencia
tiritando de frío mortal
de soledad, olvidada
que al marcharte
te llevaste la luz
de mi vida
la belleza y la bondad
la suavidad
es que desde entonces
nadie me ha querido
ni me querrá como tú.
En la noche oscura
cierro los ojos y recuerdo
mi cabeza en tu regazo
e invento desesperado
sentirte nuevamente
entonces me doy cuienta
que es sólo la almohada
y quiero llorar
y como otras veces
no puedo... no puedo
y este dolor ciego
se abre profundo
ahogándose dentro de mí
y lucho por ignorarlo
y me embriago
inútilmente de cosas
que no cambian
cada noche tan vacía.
Cada día muero
sin sentirlo
pues vivir
sin tí no es vida
ni hay color
en el paisaje
ni calor
en el hogar
ni una luz
en la tiniebla
ni señal
en el camino
ni alegría
en la llegada
ni consuelo
en el dolor
ni esperanza
en el futuro
ni razón
en la existencia.
Vagabundo
en este mundo
busco sin buscar
algo o alguien
que me llene
como si se pudiera
con un vaso de agua
un desierto
hacer florecer
es como tener que conformarse
con un puñado
de sal amarga
luego de haber saboreado
la miel.
He perdido
mi refugio
mi vela, mi timón,
mi puerto
y mi mar.
Hoy me queda
tu recuerdo...
qué dulces
esas tardes
qué luz
entu sonrisa
qué amables
tus palabras
qué mágicas
tus manos
¡Y te fuiste!
Estoy tan solo.
Y qué música
en tu voz
qué amor
en tu caricia
qué bueno
tu cariño
¡Y te fuiste!
Estoy tan solo
tan solo
sin tí.
La casa
me parece fría
y los días
cruel monotonía
de pesadas cadenas
me duele el alma
de extrañarte
me duele la vida
de no verte
ya más,
eras lo mejor
que yo tuviera
¡Y te fuiste!
Fue una fría mañana
silenciosamente
sin despedirte
dolió tanto entonces
que no comprendí
ni lloré
y pensé
"es mejor"
respiré profundo
y seguí existiendo
¡Estúpido!
Más me hubiera valido
llorar entonces
hasta la locura
que no vivir
en este eterno llanto
no de lágrimas
sino de vida
que gota agota
se derrama
cada día
que pasa
sin tí.
IX.-Solo (9-7-87)
Hace poco
alguien lloró por tí...
Ha pasado tanto ya
de tu partida
que me asombré,olvidaba
que desde ese día
el llanto no ha cesado
en mi alma
gritando en silencio
tu nombre
estrellándose contra muros
negros de ausencia
tiritando de frío mortal
de soledad, olvidada
que al marcharte
te llevaste la luz
de mi vida
la belleza y la bondad
la suavidad
es que desde entonces
nadie me ha querido
ni me querrá como tú.
En la noche oscura
cierro los ojos y recuerdo
mi cabeza en tu regazo
e invento desesperado
sentirte nuevamente
entonces me doy cuienta
que es sólo la almohada
y quiero llorar
y como otras veces
no puedo... no puedo
y este dolor ciego
se abre profundo
ahogándose dentro de mí
y lucho por ignorarlo
y me embriago
inútilmente de cosas
que no cambian
cada noche tan vacía.
Cada día muero
sin sentirlo
pues vivir
sin tí no es vida
ni hay color
en el paisaje
ni calor
en el hogar
ni una luz
en la tiniebla
ni señal
en el camino
ni alegría
en la llegada
ni consuelo
en el dolor
ni esperanza
en el futuro
ni razón
en la existencia.
Vagabundo
en este mundo
busco sin buscar
algo o alguien
que me llene
como si se pudiera
con un vaso de agua
un desierto
hacer florecer
es como tener que conformarse
con un puñado
de sal amarga
luego de haber saboreado
la miel.
He perdido
mi refugio
mi vela, mi timón,
mi puerto
y mi mar.
Hoy me queda
tu recuerdo...
qué dulces
esas tardes
qué luz
entu sonrisa
qué amables
tus palabras
qué mágicas
tus manos
¡Y te fuiste!
Estoy tan solo.
Y qué música
en tu voz
qué amor
en tu caricia
qué bueno
tu cariño
¡Y te fuiste!
Estoy tan solo
tan solo
sin tí.
La casa
me parece fría
y los días
cruel monotonía
de pesadas cadenas
me duele el alma
de extrañarte
me duele la vida
de no verte
ya más,
eras lo mejor
que yo tuviera
¡Y te fuiste!
Fue una fría mañana
silenciosamente
sin despedirte
dolió tanto entonces
que no comprendí
ni lloré
y pensé
"es mejor"
respiré profundo
y seguí existiendo
¡Estúpido!
Más me hubiera valido
llorar entonces
hasta la locura
que no vivir
en este eterno llanto
no de lágrimas
sino de vida
que gota agota
se derrama
cada día
que pasa
sin tí.